sábado, 25 de septiembre de 2010

-Guijarros-


Hacían rebotar los pequeños guijarros sobre la superficie del agua. Él le enseñaba, ella era sólo una simple alumna seguidora de sus consejos aunque las únicas palabras que salían de su boca eran "es sólo trucar la muñeca". Una y mil veces oyó esa frase disparada a quemarropa sin aliento, relativizando el dolor. Fácil como sólo el roce del sonido en sus labios, apenas un susurro invisible que la hacía temblar.
Y cansada de inventar movimientos con la muñeca, se sentaba junto a su figura apeada en algún mundo lejano y sacaba los rotuladores que la experiencia hizo acostumbrarla a llevar siempre encima. Intentaba reconstruir ese instante dibujándolo en el guijarro, acrecentando la colección de él, de sus movimientos. No hay otra razón que explique el peso de los bolsillos al regresar a casa, por eso aún ahora tiene los cajones llenos de aquellas piedrecitas.
Puede que en el fondo anhelase esos pequeños instantes, ese matiz que embellecía los crepúsculos, los amaneceres, los anocheceres y han quedado tan al fondo como el guijarro hundido en el río.

domingo, 19 de septiembre de 2010

-Columpio-




Sonríe la vida que se atreve a despegar y no ondear atada al frío suelo porque somos cometas volando, alcanzando el cielo, surcando el aire, navegando entre pájaros de papel, bailando a ras de suelo con los ojos cerrados, contemplando el gusto por la intransigencia, por lo imposible e invisible a los ojos. Somos seres mágicos amantes de las ilusiones ópticas, envidiosos de la trapecista que salta desde su columpio de nubes, realizando acordes perfectos con su cuerpo para no caer desde el negro cielo...Muchos soñaríamos poder balancearnos desde tan alto ¿verdad?

viernes, 17 de septiembre de 2010

-Bosque de hoja caduca-


Caen las primeras hojas de esos extraños árboles catalogados como caducos. Hojas que crujen bajo los pies al andar, hojas que caen como frutos maduros, hojas que cubren la hierba verde, el suelo asfaltado, la tierra mojada, el escenario de no pocas historias de ficción. Hojas como vidas a las que ya les ha llegado el tiempo de marchar, hojas que dan paso al nacer de otras, otros años, otras vidas, otras lágrimas por siempre atrapadas en la combustión del bosque de hoja caduca.
 

lunes, 13 de septiembre de 2010

- La sombra -

En espejo frio te reflejas, haces muecas de bailarín incandescente, copiador de todos los movimientos que dicta el corazón y hacedor de los gestos implacables que tu dueño se hace mecer. Ries cuando rie, lloras cuando llora, te acoplas al ritmo de cada caminar, de cada paso de acero. No pruebes nunca a perderte de vista pues yo, cual Peter Pan intentaré coserte con aguja e hilo a mis pies. No te escaparás, eres parte de mí.