sábado, 3 de diciembre de 2011

-Pesadilla-

Soy la imagen de tu huella inaudible y del caminar sosegado de la tierra en tus ojos de acuarela. Siento celeridad en tu respiración frente a la que nada se puede o debe. Niego esperar tu justo momento y no me vendo, no me vendo ante cualquiera cuya retórica se aparte de mi lengua, pero tus manos de orfebre son pesadillas en mis noches añiles.

martes, 25 de octubre de 2011

Si te marcharas, mejor coger el primer tren para alejarte de mi vida llevando de equipaje una pequeña maleta llena de escusas y otoño. El andén de me regalaría recuerdos de tu existencia y  las hojas que la velocidad de tu huída hizo mecer hasta mis pies. Si me caigo ellas me abrazarán, me cubrirán en un colchón infinito de una ocre soledad, soledad con el olor de tu sombra.

jueves, 29 de septiembre de 2011

-El callejón-



Acalla los silencios del callejón donde vives.
Que tu calle emerge necesitando salida,
que no todas las salidas son de emergencia,
que la ciudad es eterna, le pese a quien le pese.



sábado, 24 de septiembre de 2011

Piano



Noche de otoño en Córdoba, entre bambalinas el tiempo se congela y una pequeña de ocho años observa con sus enormes ojos. 
El teatro tiene el fondo oscuro, tan sólo la luz del crepúsculo. El fin del día  ilumina movimientos clandestinos y encontrados. Una pareja danza, baila al piano con puntas, vestido rojo como el atardecer que enciende la vida y tres pequeñas rosas blancas en el cabello. Se encuentran, dependen el y ella, punzada de dolor en el estómago, el vello de la nuca erizado, sólo tres minutos, una vida. No hay letra en el guión, sobran las palabras, se extinguen las voces, sólo hay amor.

Saltan, ella es ligera, él fuerte. Caen y ante ellos, baja el telón...

Cuando escucha tus acordes aquella niña se ve bailando en la actualidad, convertida en mujer con las flores en el pelo y los ojos cerrados. Ella baila, ella vive.

domingo, 11 de septiembre de 2011



Una tarde cualquiera disfrutando de un polo de naranja la vida cambió. Fue el destino o fue un flechazo directo al pecho. De su cabeza brotaban faros incandescentes y sentía el alma roja, roja como la sonrisa de la pequeña Amélie. Un cobrizo intenso, como los labios después de haber mordido un polo de naranja.
Delante, un bloque de hormigón seco, duro, impenetrable y quebradizo como un trozo de celulosa que sus dedos acariciaban rápidamente. Delante, aprender a escribir como nos enseñaban los maestros de escuela, nada de la incorregible caligrafía, manchada en papel por un bolígrafo que escupe tinta y, escupe palabras de un rojo amapola. 
Rojo como ella, rojo como el atardecer que enciende la vida, rojo.

martes, 16 de agosto de 2011

La marea





Segundos antes de que la luz artificial de las farolas deslumbre y encienda la oscuridad, cuando la luna refleja su cara de plata y en silencio ya ni la cordura responde, hablaré de la madera crujiente y del viento húmedo que la vicia y desgasta. Te hablaré sin voz que en la quietud de medianoche en la mar, frente a la incertidumbre, el frío cala y la tempestad no templa ni calma. Hablaré del mar, del mar reluciente como una cuchilla.


Sin dudarlo, "la marea me dejó la piel cuarteada, la miel en los labios, las piernas enterradas..."





martes, 21 de junio de 2011

Principio de incertidumbre



Hay que pisar tierra de vez en cuando para que no se te lleven las dudas.



Estaba sentada en la parada del autobús, escuchando cantautores de viciadas guitarras que hacen honores al amor y  ni escapar podía a causa de la quietud con la que la tormenta había dejado el corazón. Habría vendido el alma a un módico precio por ver desde fuera mi silueta, tener una perspectiva diferente de la persona en la que me había convertido esperando un autobús que no me correspondía, alimentando ilusiones que constituían en mi vida todo principio de incertidumbre. 
El autobús se llevaría la cordura, las ganas de soñar y vivir, las estrellas, el leve mareo del vértigo, las áureas burbujas efervescentes de una copa de champan que me embriagan desde agosto, en definitiva,  la valentía de saberse kamikaze enamorada. 

Al regresar, las empedradas calles guardaban cierto enigma, la incertidumbre florecía junto con el verano, la locura acrecentaba a la vez que los deseos. Si te vas, cordura, si subes al autobús y tu presencia no aguarda sentada junto a mí, no sabré dónde ir después, no podré compartir contigo lo que había aprendido ese día: Realmente el cielo puede caer y hacerse remolino bajo mis pies.

domingo, 1 de mayo de 2011

Shakespeare in love





Y no puede ser el amor, insólito capricho, un juguete del destino. Impuro, injusto y cruel  acecha entre moradores y paparazzi.


Y si yo tuviera apenas amor derretido, deshecho y ajado, no sentiría por ventura otra cosa que el desánimo y ni el manto azul y sus estrellas contradirían mi pena, un conjuro mis labios maldecirían. Sin embargo, si cien veces viviera, cien veces amaría, pues no es la vida nada sin la pasión y el cosquilleo en la punta de los dedos y no sería el amor tan hermoso sin su efimeridad.
Y si después del desamor no quedara apenas un pálido recuerdo de lo que fueron los objetos, los llamaría por sus nombres, nombraría al gato gato, y al hombre hombre pues sin cariño la vida no tendría sentido ser nombrada.


Lo verdaderamente bello del amor es que es libre de ser sentido desde la primera persona hasta todo eufemismo del final del horizonte.


"Yo pretendo que haya poesía en mi vida, y aventura, y amor, amor por encima de todo. No la artística impostura del amor, sino el amor que es capaz de derrumbar la vida, impetuoso, ingobernable como un ciclón en el corazón ante el que nada se puede, ya te arruine o te embelese. Yo debo sentir ese amor".
-Viola, Shakepeare in love-

lunes, 25 de abril de 2011

Esperando a que pasaras


Estabas esperándome, esperándote, esperando por nosotros sentado en el escalón de aquel portal, leyendo la frase lleno de paciencia. Sintiendo cómo no avanzaba el reloj entiendes que de horas está el mundo repleto, pero vacías sin los minutos y segundos que recorren la esfera, sin sangre que palpita en las venas sabiendo que por allí no me adentraré, demasiados laberintos, demasiadas fábulas en cada bocacalle.


Espero a que pases, espero la sonrisa que carcome y tiembla, que se ve lejana como un farol iluminando mi oscuro callejón. Fría como el resonar del eco de tu voz en mis oídos y yo siendo un naufrago en manos del mar, esperando que el miedo a adentrarme en mí y descubrirte se pase como el mareo en tu bote salvavidas. Deseo que pase tu tormenta o que me atrape de lleno, que me absorba y me ame y, sobre todo, que esperar a que pases sólo sea en mí mera poesía.  





martes, 19 de abril de 2011

Escapar


Es el principio y el fin
Así me siento yo hoy

Abre las puertas de la percepción
Usa el poder de tu imaginación
Aunque no puedas mirar hacia el sol
Sabes que sigue brillando

Piensa en las cosas que te hacen sentir
Cada segundo vivir o escapar
Éste momento y la gente al pasar
Sientes por dentro que todo se va

Desde el principio al fin
Sólo quisimos vivir
¿por qué es tan difícil creer
que no habrá un mañana jamás?

Abre las puertas de la percepción
Usa el poder de tu imaginación
Aunque no puedas mirar hacia el sol
Sabes que sigue brillando

Piensa en las cosas que te hacen sentir
cada segundo vivir o escapar
Este momento y la gente al pasar
Sientes por dentro que todo se va
hacia el sol...hacia el sol...

Abre las puertas de la percepción
Usa el poder de tu imaginación
Aunque no puedas mirar hacia el sol
Sabes que sigue brillando por tí

Piensa en las cosas que te hacen sentir
cada segundo vivir o escapar
Este momento y la gente al pasar
Sientes por dentro que todo se va
Sientes por dentro que todo se va
Sientes por dentro que todo se va
Sientes muy dentro que todo se va
Sientes por dentro que todo se va... 

lunes, 11 de abril de 2011

Tinta de luces y sombras

Pintar es escribir en la luz - Marina de Carlos Ruíz Zafón


Podríamos atenernos a hablar sin mover los labios, que sea el cuerpo quien hable, que sea la vida la que se desarrolle en un inestable cambio, y que la quietud del silencio sea comunicación de iris y pupila, coloritos del arco-iris en palabras, toda una gama de mate poesía.


Ojalá que la lección no caiga en el olvido y que los alpinos nuevos no borren lo que el viento arrastra al sureño fin del estío: las palabras.



domingo, 10 de abril de 2011

Primaveras

 ¿Qué puedo decir si mi tierra se adormece invernal y despierta en una primavera con las primeras luces? Un ocre árbol se entronca, crecen las verdes y tiernas hojas de un nuevo amanecer, canto de esperanza y estival felicidad. Incluso bajo el cementado pavimento se retuerce menuda tela de araña, menuda raíz del viejo  y enroscado árbol que ha repuesto sus flores, su verdina, sus hojas y el tiempo comienza a enverdecerse, la hojarasca luce dorada bajo mis zapatillas.
Todo un cambio de perspectiva, un cambio en el teñir del cielo azul tinta que murió y resurge de celeste, sin nubes que seden al sol. La vida de tal forma que resucita sin  estigmas, sin cruces. Creyendo porque vivir no es sobrevivir y porque, al fin y al cabo, deseamos que nuestros mejores días estén por llegar.






Incluso la primavera huele a tierra mojada, incluso los cristales se empañan  de vaho en el verde despertar.

martes, 22 de febrero de 2011

Raíces a la mar



De una vez frente al contrariado sol quise anhelante que la marea verde se me llevara, que ya los pájaros silbantes dejaran de resucitar mi nombre, que las manos culpables no acariciaran más la humedad de aquel aire puro.

La espuma salpicaba a todo aquel que jugaba en la arena. Arena que sostenía el mundo inseguro del que asfalté mi vida, arena que quedaba mojada y pegajosa bajo las plantas de mis pies de los que brotaban raíces, raíces a la mar. Mar que corría entre mis tobillos coloreando de oscuro mis gastados vaqueros grises y rociándome sal como quien besa la herida de una niña  que se cayó de su bicicleta roja por haber soñado despierta. 


 Y, sin embargo, no me permitieron mis angostas piernas ser una sirena más varada en la playa, obligándome a marchar de mi hogar. Hogar del que, como una ladrona preparada para su condena, robé un puñado de oro, un puñado de arena. Arena cuidada como quien enjaula entre sus dedos la más preciosa mariposa...





jueves, 3 de febrero de 2011

La alquimia del corazón


 De alguna forma la alquimia nos obligó a soñar con la magia oculta de las entrañas de esta tierra desgastada. Ardid que en secreto transformó la materia oscura del corazón en valioso oro, convirtió en rosas todas las espinas, como luz de vigía encendió luciérnagas adamantinas en un oscuro tapiz azul añil. En sus manos descansa toda la arena del desierto que cae en cascadas de agua dulce entre sus pequeños dedos.

Confiemos en la alquimia, confiemos en construir nuestras vidas a través de las vidrieras de fuertes colores con las que decoró todos los mosaicos que nos dieron vida. Confiemos en lo oscuro, lo difícil y engañoso. Tal vez esta ciencia responda los enigmas de toda una vida de sublime belleza; Quizás sólo haya que aceptar comprometerse a vivir siguiendo los instintos de la alquimia.


La alquimia es un niño que juega a la incertidumbre.