domingo, 15 de noviembre de 2009

LA BÚSQUEDA DE LA VERDAD






¿Qué es la verdad? Los humanos pensamos en la verdad como la resolución de todos los enigmas que nos rodean y, ya que todo no tiene explicación, malgastamos horas y horas de nuestras ajetreadas vidas en resolver un problema que, aparentemente, no tiene respuesta.
Tal vez, el Creador de este mundo debió dejar escrito un “Manual sobre la búsqueda de la verdad para tontos” y seguramente, ya tendríamos un ejemplar, como mínimo, acumulando polvo  en la estantería de libros en los que ciencia y religión aparecen acuchillándose la una a la otra, o en los que viajes al centro de La Tierra esconden mundos fantásticos lejanos al nuestro, o en los que el amor parece imposible hasta que la palabra imposible desaparece del diccionario. Tal vez sí debió escribirlo, tal vez sí está escondido en uno de esos cementerios sobre los que Carlos Ruiz Zafón dejó grabado el significado de olvido.
Sin embargo, por muy preocupados que parecemos por encontrar la verdad absoluta, en el fondo de nuestro incoherente corazón sabemos que es más fácil decir: “que lo haga otro”. Esto ha llevado a preguntar las causas de nuestra existencia sin querer pararnos en esos trocitos de verdad que, a veces, nos regalan muchos libros ocultos al mundo que están lejanos a ser “Best Seller” y tienen las respuestas escondidas en sus preciosas palabras. Lástima que nos quedemos mirando la correcta ortografía pues no le damos profundidad al libro, no reflexionamos sobre la verdadera verdad.
Otras veces, la cobardía nos hace llevar el “mejor no me mientas” por bandera y creemos que la no-mentira es la verdad. Sin embargo, deberíamos avergonzarnos al ser tan egoístas pues al hablar de la no-mentira, hablamos en un lenguaje neutro donde bueno, no es bueno ni malo, simplemente es.
Lo único que deseo es que veáis  que la verdad no está tan lejana a nuestro conocimiento, y es nuestro hermetismo el que nos impide reflexionar sobre otros puntos de vista tan válidos como la mentira, la cual sólo se diferencia de la verdad en que las consecuencias son satíricas para el espíritu.
En conclusión, la verdad llega directa al corazón, como un sentimiento más. Por ello, hemos de esperar que salga a nuestro camino y no demostrar, una vez más, ese sabio refrán que dice: “No por mucho correr, pasará el tiempo más rápido”. Por último, daros un consejo que esta pequeña cabecita disfruta desde hace algún tiempo atrás: Vivid, disfrutad de las pequeñas cosas y aprovechad las oportunidades en las que la verdad llama a vuestras puertas.

1 comentario:

chimica93 dijo...

Sólo espero que esos pequeños momentos y oportunidades en las que la verdad llama a nuestras puertas, los compartamos siempre juntas y con las personas que nos acompañan en nuestro camino.Gracias por regalarnos estos momentos de verdad y que las hojas de tu pequeño bosque caigan de lleno en nuestros corazones. te quiero mi bombillita linda=).