lunes, 4 de octubre de 2010

-Otoñeces-


Lentamente el arbolito va creciendo. Su tronco, que una vez fue apenas un pequeño tallo es ahora el más fuerte del bosque. El fluir del sol en cada una de sus hojas refleja sombras apenas indescifrables, incorruptas. Su raíz, que habita entre entrañas de la gran Tierra, roza el pasado, el inminente presente y el gran futuro que nos aguarda. Secretos bajo los pies del gran árbol, sombras de acero incandescente que brota del vientre de aquella semilla, aquel pequeño indicio de vida, vida que brota vida. Todo bajo los pies de lo que nos regala el oxígeno que llena nuestros pulmones.

3 comentarios:

Pauu dijo...

Yo tengo varios árboles que me dan oxigeno en mi vida, uno de ellos lleva tu nombre =)
ARTISTA

Anónimo dijo...

es que cada palabra que leo me quedo sin palabras, madre mia que bien escribes que suerte de que tengas ese talento. Haber si adivinas quien soy.¿¿¿¿¿¿¿¿ =D

Liberia Jiménez dijo...

me encanta.... esas sensaciones... el vello de punta. Eres la futura vargas llosa... no se si sabes por donde voy ;)